El pasado martes 12 de noviembre, el Aula Caro se transformó en un escenario vibrante de voces, emociones y memoria colectiva, gracias a la presentación teatral de los centros literarios de nuestra institución. Bajo una atmósfera de expectación y orgullo, los estudiantes de los grados séptimo, octavo y noveno ofrecieron una experiencia escénica que conjugó literatura, identidad y talento juvenil.
Un viaje por la narrativa latinoamericana
La jornada inició con la puesta en escena de El orgullo del cacique y otros cuentos latinoamericanos, una selección de relatos que evocan la riqueza cultural de nuestro continente. Con dramatizaciones llenas de simbolismo, los estudiantes exploraron temas como el poder ancestral, la resistencia indígena y la sabiduría popular, recordándonos que la literatura también es un acto de memoria y pertenencia.

Séptimo grado: Naufragio y resistencia
Los estudiantes de séptimo grado nos sumergieron en Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez, con una interpretación que capturó la soledad, el coraje y la lucha por la supervivencia. La escenografía minimalista y el uso expresivo del cuerpo y la voz lograron transmitir la angustia del protagonista, mientras el mar —metáfora de lo incierto— se volvía un personaje más en escena.

Octavo grado: La fatalidad anunciada
A continuación, el grado octavo presentó una versión condensada de Crónica de una muerte anunciada, donde el destino y la complicidad colectiva se entrelazaron en una coreografía de silencios y miradas. La puesta en escena destacó por su estructura fragmentada, que emuló el estilo narrativo de la obra, y por la intensidad emocional de los actores, quienes encarnaron con madurez los dilemas morales del pueblo.

Noveno grado: El realismo mágico en su esplendor
Cerró la jornada el grado noveno con Los funerales de la Mamá Grande, una obra que rindió homenaje al universo mítico de Macondo. Con una propuesta visual rica en simbolismo —velos, coronas, campanas— y un tono entre lo solemne y lo satírico, los estudiantes lograron capturar la esencia del realismo mágico: lo extraordinario en lo cotidiano, lo político en lo poético. Más que teatro: Una celebración del pensamiento.

Estas presentaciones no solo fueron ejercicios teatrales, sino actos de lectura profunda, interpretación crítica y creación colectiva. Los centros literarios demostraron que la literatura no está confinada a las páginas, sino que puede cobrar vida en el cuerpo, la voz y la mirada de quienes la sienten.
Felicitamos a todos los estudiantes, docentes y coordinadores que hicieron posible esta experiencia. Que el Aula Caro siga siendo un espacio donde la palabra se haga escena, y la escena, pensamiento.
Diego Fernando Español Ovalle
Docente Español